Calzado deportivo inteligente con conectividad
Dentro de lo que conocemos como zapatillas inteligentes, tenemos el calzado deportivo que permite monitorizar nuestra actividad. La información generalmente se envía a nuestro teléfono móvil. Desde hace un par de años Under Armour gana en el mercado de las zapatillas inteligentes con varios modelos de entrenamiento. Pero no son las únicas ni las primeras.
La línea HOVR de Under Armour tiene varios modelos de calzado inteligente con conexión. Sus zapatillas tienen un microchip integrado que conecta con la app MapMyRun por bluetooth. La novedad de las UA HOVR Machina es su coach virtual, que te guía en tiempo real con mensajes audibles para ayudarte a mantener la cadencia o el tamaño de zancada para un determinado ritmo propuesto. Tienen un sensor que mide el ángulo de entrada en la pisada, algo que nos puede ayudar a mejorar la técnica de carrera. También mide el tiempo que tu pie está en contacto con el suelo, la cadencia (pasos por minuto) y el largo del paso, datos que podrás descargar al finalizar el entrenamiento.
MapMyRun es una aplicación que se puede utilizar independientemente de las zapatillas y es similar a otras aplicaciones de seguimiento de nuestros entrenamientos (comparable con Strava), con sus datos, mapa y comunidad para compartir la actividad. Tiene versiones gratuitas y premium para las últimas versiones de iOS y Android.

Las Micropacer, de Adidas.
Fue en 1984, con ocasión de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles, cuando Adidas lanzaba las primeras zapatillas con podómetro incorporado, las Micropacer. Tenían una pequeña pantalla led en el cubrecordones de la zapatilla izquierda, que indicaba los kilómetros, el tiempo y estimaba las calorías gastadas.
Puma sacó su innovador “calzado computarizado” en 1986, una zapatilla con podómetro incorporado, la primera que permitía descargar los datos al ordenador y tener registro de la distancia recorrida, los pasos dados y hasta una estimación de gasto calórico.
Hace unos meses Xiaomi presentaba como gran novedad su calzado smart que “esconden en su interior un chipset que mide los pasos y kilómetros”. Presentado como la línea económica de calzado inteligente, se promociona como gran avance una funcionalidad que ya estaba disponible en 1986. Aunque ahora bajemos los datos a la aplicación de nuestro dispositivo y no a una Comodore de 64K, además, según anuncian en su página web, se puede cambiar la pila del microchip de la zapatilla, que se estima que dura 2 años.
Si buscamos un calzado para monitorizar la actividad diaria, distancia, velocidad y estimar las calorías diarias sin llevar el móvil, tenemos el 90FUN Smart Sport Shoes. Es el primer calzado de Intel™, con su tecnología Intel®️ Curie™️. Cambia la tecnología, pero tampoco aporta grandes soluciones al deportista o quien quiera hacer seguimiento de su actividad física.

Maxwell Smart, el Superagente 86.
Investigando sobre calzado inteligente con conexión al teléfono móvil, la imagen de Maxwel Smart (el Superagente 86) hablando por teléfono a través de su zapato es la primera referencia que encuentro y no puedo dejar de mencionar esa serie de los años 60-70. Por entonces, el futurista agente secreto usaba un solo dispositivo para varias funciones, su zapato le era útil como calzado y también lo usaba para hablar por teléfono.
Algo ha cambiado en estos años, porque ahora usamos el teléfono móvil para saber qué nos dice nuestro calzado inteligente, pero para poder utilizar de manera completa la funcionalidad de nuestro nuevo par de zapatillas tenemos que salir a correr con el teléfono, los auriculares, suscribirnos a app y autorizar el uso de nuestros datos de localización y salud. Interesante notar al menos el cambio de perspectiva, el paso de los wearables multifunción a valorar la conectividad por encima de todo.