Deporte y blockchain
Si hace tan solo cinco años me hubieran dicho que el deporte iba a abrazar el blockchain, no me lo hubiera creído. Razón: es, probablemente, una de las herramientas digitales más disruptivas de la actualidad, lo que me ha permitido pensar hasta ahora que chocaría de bruces con la cultura tradicional de los gestores deportivos. Pero no ha sido así para mi sorpresa, dado que el deporte en general y el fútbol en particular, están aceptando la transformación digital de forma acelerada.
Blockchain se traduce al español como ‘cadena de bloques’ (aquí tienes una explicación detallada de su funcionamiento). Su exponente más famoso, aunque ahora más bien desaparecido, es el bitcoin. Esta moneda virtual acaparó una enorme atención hace solo unos años atrás. Llegó a cotizarse a miles de euros la unidad, eso sí, fuera del esquema de funcionamiento del sistema monetario, lo que le restaba garantías.
Una de las cualidades más aireadas de blockchain es la ausencia de intermediarios. Es decir, cualquier transacción se efectúa de forma anónima entre los interesados, algo especialmente destacado en los movimientos con monedas virtuales. La presencia de más o menos dinero virtual en circulación depende de la denominada ‘minería’. Así se denomina a la forma con la que especialistas descubren monedas virtuales mediante la solución de complejas formulaciones matemáticas.
Nada de lo que hablamos hasta ahora tendría demasiado sentido, si no hay una referencia a los tokens, que podrían considerarse un sinónimo de moneda virtual. De hecho son una unidad de valor apta para desarrollar un modelo de negocio, así se definen. Y ese es el instrumento al que se han acogido muchos clubes de fútbol para llevar a cabo su ‘aventura blockchain’. Siempre a través de empresas de servicio.
Clubes españoles
El Valencia CF, Atlético de Madrid, Real Betis o FC Barcelona son algunos de los equipos que están probando la herramienta. Uno de los lanzamientos más llamativos y exitosos de las últimas semanas lo han protagonizado los azulgranas. A través de la empresa Socios.com se emitieron a finales del mes de junio un total de 600.000 $BAR Fan Tokens a un precio inicial de dos éuros la unidad. Se vendieron todos en tan solo dos horas, lo que generó 1.2 millones de euros de ingresos. En el caso de los béticos o los ‘colchoneros’ la empresa contratada es Sorare.
Lo común, independientemente de la compañía que ofrezca el servicio, es generar una plataforma basada en blockchain, a través de la cual participan los fans. Así, los aficionados pueden involucrarse en algunas decisiones del club como, por ejemplo, elegir el color de la segunda camiseta del equipo. Las interacciones generan clasificaciones entre los más activos, lo que da derecho a conseguir recompensas como que salga el nombre del aficionado en las pantallas del estadio. Los propietarios de los tokens pueden ir acumulando derechos en función de su actividad o, también, comprar otros. La variación del precio dependerá de la oferta y la demanda.
También baloncesto
La utilidad que los clubes están dado al blockchain, como exponente de la transformación digital, es más bien comercial. Es algo normal puesto que esta tecnología puede tener múltiples aplicaciones en distintos sectores y disciplinas. Para el deporte es otro exponente de la forma en la que está involucrándose en los cambios digitales. No solamente en lo que se refiere a los rendimientos de los jugadores desde una perspectiva deportiva, si no también desde la óptica empresarial.
En el baloncesto también se están detectando movimientos. Los Reyes de Sacramento, de la NBA, ponen a la venta sus entradas y sus productos de mechardising con bicoins. Es una de las referencias más destacadas. Existe otro apartado desde el punto de vista institucional, regresando al fútbol. Es el caso de la UEFA que investiga la aplicación del blockchain para la gestión de la venta de las entradas. Debido a la transferencia que ejerce este sistema, los representantes de esta organización internacional pretenden evitar el problema de la reventa de las entradas..