El vídeo, aliado para la gestión de multitudes en los estadios


El vídeo, aliado para la gestión de multitudes en los estadios


El vídeo, aliado para la gestión de multitudes en los estadios




(Un aficionado sostiene una bengala en un partido / Foto publicada en Cuadernos de Seguridad)

En ocasiones, quizás más de las que nos gustaría, nos encontramos con casos de desórdenes públicos en las gradas de los estadios. Es algo más común en los campos de fútbol, que es donde más expresiones de violencia tienen lugar. En un medio especializado, Cuadernos de Seguridad, hemos descubierto una serie de claves respecto a la utilidad del vídeo en la gestión de las multitudes en los estadios de fútbol especialmente. Este medio asegura que el perfil de los causantes de altercados suele ser jóvenes en muchos casos consumidores de drogas y/o alcohol.

Planos generales y de detalle

Quizás la clave más llamativa de lo que representa la vigilancia a través de vídeo, es la claridad de las imágenes por si, en un momento dado, fuera necesario presentarlas como prueba ante un juez. Sobre esta premisa, los denominados sistemas de cámara de alta resolución, ofrecen la nitidez requerida alternando planos generales de las multitudes con planos de detalle de algún aspecto concreto de trascendencia a la hora de analizar cualquier suceso.

Esto es posible gracias a varios sensores que regulan las distancias focales. El nivel de detalle permite «detectar comportamientos sospechosos con antelación e interpretarlos con exactitud, por lo que los responsables de Seguridad pueden intervenir mucho más rápidamente que usando sistemas de cámara convencionales», señala Cuadernos de Seguridad.

Alerta con las fotos peligrosas

Normalmente, lo que se suele producir en mayor número son los altercados (más o menos graves) en los que, las bengalas, ocupación del terreno de juego, o batallas campales entre aficionados, concitan toda la atención. No es para menos. Aquí, la vigilancia previa puede ser muy relevante como vemos. Pero existen otra serie de situaciones, de menor entidad, pero que no dejan de ser peligrosas. Es, por ejemplo, cuando algún aficionado escala por las estructuras de los estadios para hacerse una foto que subir luego a sus redes sociales. Esta práctica se llama buildering.

Para contrarrestar este tipo de prácticas se suelen usar cámaras de vídeo con un software que clasifica objetos. Este sistema se basa en inteligencia artificial. Gracias a él se detectan situaciones en las que individuos se sitúan en zonas prohibidas.

Fuerzas del orden

Las infraestructuras de seguridad exigidas cuando se concentran miles de personas, como los estadios de fútbol, tienen un trabajo propio, interior. Sin embargo, en ocasiones, cuando la situación se complica en exceso, es necesario facilitar la tarea de las fuerzas de orden público. Para ello, tecnologías como el reconocimiento facial también, colaboran. En el corto plazo, cuando el problema se desarrolla, y a posteriori cuando hacen faltas pruebas o indicios a fin de realizar una investigación posterior.

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