Kelly Slater y el sueño de esculpir la mayor ola del mundo en el desierto
Los Juegos de Tokio tendrán que esperar por culpa de los efectos del coronavirus. El mundo entero aguardaba con expectación la gran cita y, en particular, una modalidad deportiva: el surf. Por primera vez en la historia, la icónica disciplina formaba parte del programa olímpico. Sin embargo, ese hito comenzó a verse poco a poco eclipsado. Fue justo cuando Kelly Slater, once veces campeón del mundo y considerado el mejor surfista de la historia, se quedaba fuera de la lista de Estados Unidos. A sus 47 años, la gran leyenda dejaba cariacontecidos a sus millones de fans.
Lejos de perder pasión por el surf, Slater ha seguido disfrutando de su deporte y buscando nuevos desafíos. El último de ellos, poner en marcha un ambicioso proyecto tecnológico: crear la mayor ola artificial de la historia… en pleno desierto. Lo hará -dentro de dos años, según las previsiones- en el valle de Coachella (California, Estados Unidos). Allí construirá un complejo de lujo sustentado por Meriwether Companies y Big Sky Wave Developments gracias a una inversión de 200 millones de dólares.
“Estoy emocionado por crear una nueva ola de un diseño independiente que ningún otro lugar del mundo tiene. Esto puede convertirse en el modelo para nuevos desarrollos en torno a olas y parques de surf en el futuro”, explica el propio Slater.
Para esculpir esa increíble ola, el laureado surfista se ha apoyado en su alianza con Adam Fincham, ingeniero aeronáutico y especialista en mecánica de fluidos de la Universidad del Sur de California. Ambos fundaron en su día la empresa Kelly Slater Wave Co para trabajar en la búsqueda de las mejores olas artificiales. El Surf Ranch, situado en mitad del desierto californiano y con un lago artificial, fue su punto de partida.
En un alarde de tecnología, Fincham ha ideado un sistema que arrastra una cuchilla de metal cuidadosamente formada a través del agua denominada hidroala. A medida que el oleaje resultante se extiende sobre el lecho del lago, de 700 metros de longitud y diseñado por científicos con ayuda de supercomputadoras, se transforma en “una ola de perfección sobrenatural”, según reveló la revista Science, de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia.
Hasta la fecha, lo único que ha trascendido es que esa enorme ola nacerá de un lago de 68.000 metros cúbicos de agua y que mantendrá su forma durante casi un minuto. Todo un desafío para la ciencia y la tecnología aplicada al deporte. Todo un reto para el mejor surfista de la historia.
Foto: World Surf League