La Champions usa de manera incompleta el sistema semiautomático de detección del fuera de juego

La Champions League usa en la actual fase de grupos de este campeonato el sistema semiautomático de detección del fuera de juego, pero lo hace de manera incompleta si nos fijamos en el patrón que se utilizará en el próximo Mundial de Qatar, a celebrar en noviembre. ¿Qué es lo que falla, o mejor, qué es lo que falta? Pues falta el balón con un sensor en su interior, el Rihla que fabrica Adidas con la participación de la empresa tecnológica Kinexon, que es la que se encarga precisamente de incluir el sensor justo en el centro de la esfera.
Este detalle, que ha pasado inadvertido hasta ahora, no significa que el sistema semiautomático de detección del fuera de juego que dispone la UEFA no funcione bien. Lo que ocurre es que, al faltar el balón con el sensor, se prescinde de la comprobación definitiva que determina si existe fuera de juego o no, según nos confirmaron fuentes especializadas consultadas por DT.
Un email de UEFA
Ha sido un email del Departamento de Relaciones con los Medios de UEFA el que ha ratificado a este medio la evidencia descubierta:

En consecuencia, no hay necesidad de un sensor para determinar el punto de golpe con el sistema que estamos usando.»

El sistema completo es así
La FIFA, como responsable del sistema semiautomático de detección del fuera de juego, explica en su web el funcionamiento. Reproducimos un par de párrafos, destacando en uno de ellos la importancia del papel del balón y su sensor:
«Doce cámaras instaladas bajo la cubierta del estadio captan los movimientos del balón y hasta 29 puntos de datos de cada jugador, 50 veces por segundo, para calcular sus posiciones exactas sobre el terreno de juego. Los 29 grupos de datos recopilados incluyen las extremidades y partes del cuerpo que se tienen en cuenta para señalar un fuera de juego.
El balón oficial de Catar 2022, Al Rihla, de Adidas, incluirá en su interior un elemento decisivo para la detección de las posiciones antirreglamentarias dudosas: una unidad de medición inercial (IMU, por sus siglas en inglés). Este sensor, situado en el centro del balón, envía un paquete de datos 500 veces por segundo a la sala de vídeo, lo que permite detectar con absoluta precisión el momento exacto en el que se golpea el balón».
Visión de DT
DT ha escrito en varias ocasiones sobre el sistema semiautomático de detección del fuera de juego. Desde que las primeras noticias (más bien rumores) que ponían en entredicho el futuro del papel del árbitro auxiliar o juez de línea, hasta que abiertamente se descarta tal posibilidad. Pasando por las pruebas del sistema que la FIFA realiza en estadios como el Sánchez Pizjuán en Sevilla. Podemos decir, por lo tanto, que es un asunto destacado para nosotros y en el que hemos indagado.

Que la Champions League no use el balón con el sensor no puede considerarse un hecho menor. En primer lugar, porque resta capacidad evidente al propósito de detectar con suma perfección cuando se producen jugadas con fuera de juego. Hay que añadir, en honor a la verdad, que el sistema incompleto que usa la UEFA en el principal campeonato europeo de clubes, es mejor que el VAR primigenio que es el que se emplea aún en las principales competiciones ligueras del Viejo Continente.
Parece obvio que, si la Champions usa lo mismo que la FIFA utilizará en el Mundial, es algo que no tendría demasiado sentido dado que es FIFA quien desarrolla durante años el proyecto. Ahora bien, pensamos que se podría haber sido mucho más transparente comunicando en primer término que, lo que se implementa en la Champions es una fórmula incompleta del sistema semiautomático del fuera de juego y, en todo caso, un sistema mejorado del VAR.