La tv es ya la segunda pantalla en los EEUU. Y eso afecta al deporte

Para muchos probablemente se veía venir, pero para muchos otros representa una gran sorpresa. Efectivamente: la tv es ya la segunda pantalla en los EEUU. Y eso afecta al deporte. Es lícito relativizar este dato aportado por investigadores de la Universidad Estatal de Michigan si lo comparamos con el mercado español, donde el máximo consumo es televisivo. Pero- y eso es previsible- podemos pensar que si el vuelco ya se ha dado en EEUU, no es para nada descartable que acabe pasando en Europa igualmente.

El negocio de los grandes deportes (los que más seguidores tienen a un lado y otro del Atlántico) se sostiene hasta la fecha gracias a la televisión. Para hacernos una idea de lo que esto supone, no hay más que decir que el dinero que la UEFA movilizó por las tres competiciones europeas de la pasada temporada fue de 3.250 millones de euros.

¿Y si la tv pincha?

Probablemente no sea una cuestión del presente, pero ante un liderazgo amenazado, la televisión no puede estar tranquila. Nadie seguramente a estas alturas puede tener claro qué es lo que ocurriría si la televisión tal y como la conocemos actualmente dejara su reinado. De momento, la diferencia en cuanto al consumo de contenidos audiovisuales entre esta y los móviles es solo de unos minutos en los EEUU. A favor de los teléfonos. Concretamente, los norteamericanos ven 3 horas 43 minutos de media de contenidos en sus móviles, ocho minutos más que en las pantallas televisivas.

En una información de Sportico, lo peor que podría pasarle a la televisión es no hacer nada. Esta publicación asegura que la pérdida de audiencia en estaciones como ESPN o NBC Sports han generado miles de despidos debido al descenso de los ingresos. Por contra, operadores emergentes como Twitch aciertan en satisfacer los nuevos gustos en las retransmisiones deportivas, lo que les permiten arrojar resultados económicos positivos.

Una de las claves es efectuar un producto simple para una audiencia inquieta que cambia continuamente de formato. Más que nunca, los deportes también encajan en ese cambio en la orientación del consumo. Así las cosas, la tv es ya la segunda pantalla en los EEUU. Y eso afecta al deporte.

La influencia de las redes sociales en el consumo de contenidos deportivos es cada vez mayor.

Medios sociales

Los contenidos en los medios sociales, tipo Instagran o Tiktok, han experimentado modificaciones considerables en cuanto a los formatos. La emisión en vivo de los partidos por sí misma no aporta un gran valor para el nuevo consumidor. Está acostumbrado a vídeos cortos, fotos, memes, debates… Tan solo funcionan vídeos más largos en las plataformas audiovisuales propiedad de los mismos clubes.

La cintura de un viejo mastodonte como la televisión no es grande en comparación con la flexibilidad que demuestran las redes sociales. Las nuevas coordenadas de la competitividad son especialmente amenazantes cuando el panorama del entretenimiento está abarrotado. Y ello tiene consecuencias en el reparto de los ingresos publicitarios debido al número creciente de operadores. Por eso, no es de extrañar que haya caídas irrecuperables.

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