Los analistas del dato y el cuerpo técnico tienen que hablar un lenguaje común en el fútbol

Se impone el híbrido. Esta es la conclusión que saco de las sesiones de la mañana del Sport Data Forum a las que tuve ocasión de asistir en las instalaciones del estadio Ramón Sánchez Pizjuán. ¿Qué es el hibrido aplicado al fútbol? Sería la pregunta pertinente. Pues en el enfoque que se le ha dado en las charlas, se enfocaría como el lenguaje común que deberían adquirir entrenadores y cuerpo técnico por una parte y los responsables de la analítica del dato por otro. Ese punto de encuentro se adquiere en el momento en el que los responsables tecnológicos entiendan en profundidad del fútbol y en el que los miembros del equipo técnico sepan interpretar debidamente la información de los tecnólogos.
En ese punto con muy pocos matices han confluido Raúl Peláez, de Sports Technology, Innovation & Analysis. Y los directores deportivos que participaron en una mesa redonda posterior: Ramón Rodríguez Verdejo «Monchi», director general Deportivo del Sevilla FC; Víctor Orta. director Deportivo del Leeds United; Roberto Olabe, de la Real Sociedad SAD; y Miguel Ángel Gómez, director Deportivo «en búsqueda activa del empleo», según él mismo indicó.

El lenguaje común del vídeo
Si existe una herramienta que los entrenadores de fútbol utilizan con más profusión, esa es el vídeo. Probablemente este sería un buen punto de encuentro, según señaló en su charla Raúl Peláez. Este instrumento es más directo que un informe amplio con múltiples datos. Además, ese tipo de informes suelen ofrecer datos centrados en estadísticas relativas, por ejemplo, a tiempo de posesión del balón, kilómetros recorridos, pases dados, jugadas interceptadas… Y siendo esos datos esclarecedores de muchas incógnitas, lo interesante es intentar ofrecer datos clarificadores en relación a estrategias, posicionamientos en el campo, organización de los jugadores, etc. Que la información sea en tiempo real es un añadido muy importante, dado que lo habitual es estudiar los datos a posteriori.
En las jornadas del año pasado, Monchi se declaró un «enamorado del dato». Y parece obvio que ese enamoramiento no se le ha desvanecido a tenor de sus palabras en la edición de este año del encuentro. Lo que sí remarcó en sus intervenciones, y es algo que refrendaron todos los participantes, es la importancia de tener en cuenta la parte emotiva. Eso es algo que actualmente no se dilucida a través de la tecnología, o no de una forma muy determinante. El sentido común es otro enfoque que se puso sobre la mesa, en el sentido de que de todo el arsenal de información que se puede reunir, no todo es útil y probablemente solo son necesarios unos cuantos apuntes que refrenden una toma de decisiones.