Los espectadores de los estadios del Mundial estarán como «en una burbuja agradable» contra el calor (y tercera parte)

A pesar de que el requisito previo para celebrar el Mundial en países tan sumamente calurosos como Qatar era que el evento no tuviera lugar en verano, tampoco se puede afirmar que noviembre y diciembre sean unos meses de temperaturas benignas. La tecnología, para neutralizar esta circunstancia, ofrece también su mejor versión. La manera ha sido construir estadios que hagan que los espectadores entren como en «en una burbuja agradable», según señala en el Independiente Saud Abdulaziz Abdul Ghani, responsable de la ingeniería de los estadios que alojan el Mundial, estadios, que, sin duda, se ganan el apellido de inteligentes como el famoso Sofi Stadium.
30 grados y humedad
El concepto desarrollado en la refrigeración de estadios, de los cuales el llamado Lusail alberga a 80.000 personas, es similar al de un coche. «El estadio no deja de ser un coche, pero a una escala mucho mayor”, asegura Abdul Ghani. Pero se nos antoja que lo construido va más allá, dadas las magnitudes y por las adversidades de la climatología que, incluso en estas fechas, pueden superar los 30 grados de temperatura y, además, con humedad que solo disminuye algo al anochecer.

Sensores por doquier
En cada uno de los asientos de los estadios se encuentran (abajo) unos orificios que serán por donde salga el aire acondicionado. Aunque pueda parecer que, dada la situación de estos boquetes, su cometido principal sea enfriar los talones de los pies, realmente no es así. La clave, al parecer, se encuentra en que el aire refrigerado sale como un remolino, lo que favorece la creación de la burbuja en la que, sin quererlo, se sumerge cada espectador.
Una auténtica legión de sensores distribuidos por todos los rincones tiene como función monitorizar que se gasta la cantidad de energía necesaria y no más. La idea añadida es que el aire frío saldrá y luego regresará a la máquina en un continuo movimiento de reciclaje. Eso, según las previsiones, evita que se procese aire del exterior al estadio. Siempre es el mismo. La energía para mover toda esta infraestructura procede de placas solares.
Evitar el polvo
Otra característica de la climatología qatarí es el polvo en suspensión que suele en ocasiones portar el aire debido a las tormentas de arena del desierto. El sistema de refrigeración evitará también que el polvo se cuele, mediante filtrado.
Futbolistas y césped
Los beneficios de las burbujas que asistirán a los espectadores no es todo lo que da de sí el sistema. Por supuesto, los futbolistas también vivirán un microclima favorable para la práctica del fútbol. Su confort térmico se logra mediante la infraestructura de aire que incide también en el terreno de juego. La idea a estos efectos es que los jugadores tengan una atmósfera seca, lo que les permitirá que su sudor se evapore con facilidad manteniéndose sus cuerpos fríos. A ello contribuye también el césped.

Comunicaciones
Los estadios del Mundial, además del sistema de refrigeración, cuentan también con una importante capacitación para las comunicaciones. Todos contarán con tecnología 5G, que no solo vale para los espectadores que cuenten con smartphones con esa posibilidad. sino que favorece todo el sistema de transmisiones. De ello se beneficiarán, entre otros, las televisiones que contarán igualmente con señal en HD y 4K