Moneyball: ojo a la analítica de datos

Si existiera un precedente dentro del desarrollo de la analítica de datos en el deporte, y más si es en formato audiovisual, nos estaríamos refiriendo a Moneyball, al que le he añadido en mi titular la frase: ojo a la analítica de datos. Esta película del comienzo del año 2011 la protagoniza Brad Pitt. Se basa en un libro llamado ‘Moneyball: the art of winning an unfair game’, basado en hechos reales. Todo esto va del estudio de los datos y de su importancia, pero ¿es lo único que debemos hacer? Aquí lo explicamos.

Como quizás muchos de vosotros recordéis, el guión narra los avatares del gerente del equipo de béisbol Oakland Athletics, que interpreta Pitt. Los resultados deportivos son reiteradamente negativos, por lo que el futuro de Billy Beane, el gerente general, está más que puesto en entredicho. Casi guiado por la ansiedad que emana de la situación, se agarra a una solución desesperada a los ojos de la mayoría.

Analítica desde Yale

Contrata a un joven licenciado en Económicas por la Universidad de Yale, Peter Brand (el actor Jonah Hill), sorprendido por su sistema de análisis de los jugadores a través de cálculos estadísticos. Sin duda, su elección genera una oposición nada dismulada, sobre todo de los ojeadores del equipo y también del entrenador. Da igual, el gerente general Beane lucha contra todos los elementos por defender su decisión. Fruto de la misma, y con el auxilio del estadístico, ficha a jugadores muy baratos pero con posibilidades futuras, según proyectan los datos.

Peter Brand, el personaje licenciado de Yale que analiza los datos del Oakland Athletics

Tras algún traspiés inicial, los Oakland Athletics encadenan 20 victorias seguidas, que sirven para consagrar al gerente, que recibió una importante oferta de los Red Sox. Por supuesto las 20 victorias le valieron para consagrar el sistema de analítica de datos. Esta historia, real, de Moneyball, ya sabes, ojo al dato, no se retrotrae de muy antiguo. Tan solo data de unos 15 años atrás. Consagra unos acontecimientos que han sido, son y serán muy comunes. En cualquier organización, también en las deportivas.

Los datos funcionan

Hoy en día los clubes deportivos cuentan con demasiadas evidencias para saber que el análisis de datos funciona, vaya si funciona. Probablemente los directivos de los clubes, aunque tengan claro el uso de herramientas como big data, pueden adolecer de tres cuestiones muy importantes: recursos para conseguir los instrumentos tecnológicos adecuados, profesionales que sepan desarrollar un trabajo óptimo y un ambiente propicio para iniciar las innovaciones oportunas. Es el trabajo que tiene que hacer el nuevo gestor deportivo.

El código binario es la base del desarrollo en Internet, y por tanto de la analítica de datos.

Ejemplos desde luego no faltan. Todas las disciplinas deportivas están al tanto de la gran ayuda que supone el trabajo analítico del big data, machine learning, etc. Sin embargo, este trabajo no se resuelve con una simple inversión en tecnología. Hay que resolver muchos contratiempos en la concepción global de la transformación digital, adaptada al deporte. Es algo que se ve en muchas de las escenas de Moneyball. Por ejemplo cuando Brad Pitt le espeta a uno de sus ojeadores con más de 30 años de experiencia aquello de «adaptarse o morir»,

Pienso que el deporte ha pasado del reinado de las sensaciones o las intuiciones y ha entrado en el de los datos. No estoy de acuerdo con que sean, esos datos, lo único que se deba tener en cuenta, sin duda. No se trata de una dictadura, por explicarlo en términos políticos. Lo indicado es trabajar con los datos como base y saber superar problemas que, no lo olvidemos, van a basarse siempre en la actitud de las personas ante la innovación que se intente aplicar. No hay nada perfecto, y es por eso que la conexión hombre máquina es cada vez más obvia. Creo que esta es una lectura adecuada tras ver Moneyball, ya sabes, ojo a la analítica de los datos.

Benito Castro

Periodista, MBA, runner y apasionado de la transformación digital.

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