¿Por qué los medios deportivos entran poco en la tecnología?

Desde que estamos con DT-Deporte Tecnológico hace algo más de un año, seguimos a muchos medios para ver qué cuentan. Es lo normal. Y fruto de ese seguimiento, hemos llegado a la conclusión que los medios deportivos incluyen escasa información relativa a la tecnología en el deporte. ¿Por qué ocurre esto? Entendemos que, por pura lógica, cada medio ofrece aquella información que considera va a atraer a un determinado público. La involucración de asuntos de actualidad de temática tecnológica, aunque es más bien escasa, es sin embargo creciente.
¿Interesa la tecnología?
Obviamente en nuestro medio consideramos que la tecnología es un contenido interesante y con mercado. También estamos persuadidos de que, al menos a día de hoy, no es de audiencias masivas. Quizás por esa razón, los medios tradicionales tampoco es que vayan a perder la cabeza por incluir noticias relativas al deporte y la tecnología. Sin embargo, no existe una fotografía fija que describa una realidad. La realidad es cambiante, y más en nuestro tiempo.
El papel del periodista
El juego que establece cualquier medio entre atender lo que le gusta a su público y lo que él considera noticia es un hecho que no debemos dejar pasar en este artículo. En ese sentido, la media de los periodistas del mundo del deporte en la actualidad, sobre todo los que se sitúan en la franja de edad entre los 40 a 55 años, manifiestan un cierto rechazo a aceptar la tecnología como asunto del que informar. Su papel incide en mantener y reforzar la agenda de asuntos habituales (partidos, competiciones, polémicas, lesiones, fichajes…).
Pero todo cambia…
Decíamos más arriba en este artículo que no hay foto fija. Es cierto. Por eso, y fruto de la evolución trepidante de nuestros días, existe un hecho patente: nada escapa a la transformación digital. Por esa evolución tremenda, el sector deportivo vive (igualmente que otros) procesos relevantes de adaptación a la era digital. Podemos decir que hay una doble inmersión de la tecnología en el deporte: cómo afecta ésta al deportista y las entidades deportivas, de un lado; y de otro, cómo influye en los aficionados.
El aficionado manda
Probablemente, el que tiene ‘la sartén por el mango’ es el aficionado. Y decimos probablemente, porque los deportistas y las entidades deportivas, viven una inmersión profunda en la transformación digital. Es silenciosa si se quiere, pero avanza de manera irrefrenable. Lo que ocurre es que los aficionados demandan los contenidos de una determinada forma (nuevos soportes como las app, redes sociales, streaming…) y eso genera muchas modificaciones en la manera en la que las empresas propietarias de los medios tienen que gestionar sus recursos, desde los estrictamente tecnológicos a los de los perfiles de los periodistas.
No olvidemos el negocio
Hemos informado en este medio del aumento de la presencia de las empresas tecnológicas en competiciones tan fenomenales como la reciente final de la Super Bowl. Eso, y especialmente en los EEUU, se denomina negocio. Estas empresas, con sus patrocinios, no optan a tener protagonismo de la marca y se acabó. Incluyen funcionamientos tecnológicos, como ya contamos con la presencia de Roblox o Apple, y otras más, en la citada final de la NFL. Su involucración genera hábitos y consolida tendencias en el ecosistema digital.
Conclusión
Nuestra conclusión más evidente llegado este punto final del artículo, es que los medios tradicionales no tendrán más remedio que, poco a poco, ir metiendo más contenidos acerca de la presencia de la tecnología en el deporte. Por varias razones, cuatro fundamentalmente:
- Porque el público se lo demandará.
- Porque los periodistas jóvenes tendrán esa orientación.
- Porque la innovación tecnológica no se queda parada y cada vez propondrá novedades para el deporte
- Porque el negocio no puede estar de espalda a la tecnología.
En fin, para DT-Deporte Tecnológico todos estos razonamientos sustentan la decisión de comparecer como medio especializado. Es nuestra razón de ser. Ser avanzadilla de una tendencia que, creemos, se irá generalizando con el paso del tiempo.