¿Puede la tecnología mejorar los récords de velocidad?

Muchos expertos del mundo del atletismo parecen haber tirado la toalla en cuanto a que es posible aún que se bajen las marcas de los 100 metros lisos. Todavía hoy se mantienen imbatidos los 9,58 segundos de Usain Bolt (2009) o los 10,49 segundos de Florence Griffith-Joyner (1988) y no existe en el panorama atletas de ninguno de los dos sexos que pongan en peligro esos tiempos.
Para batir los récords de los 100 metros lisos de Bolt y Griffith, hay que superar no sólo los límites personales, sino también factores externos como la resistencia del viento y la presión atmosférica. La energía que necesita el cuerpo humano para rendir a tan alta intensidad es inmensa, y la más mínima mejora puede exigir un esfuerzo colosal que tiene que ir acompasado con unas condiciones externas favorables.
La única posibilidad que resta por poner en liza, en mayor proporción si cabe, es el apoyo de la tecnología. Veamos las posibilidades que en ese sentido existen, lo que (parece obvio) no quiere decir que usando todos estos medios, bajar el cronómetro esté garantizado.
Dispositivos portátiles
Una innovación tecnológica que ha sido fundamental para ayudar a los atletas es el uso de dispositivos deportivos portátiles de alta tecnología. Estos dispositivos pueden registrar la frecuencia cardiaca, el nivel de oxígeno y la temperatura corporal del deportista, proporcionando datos en tiempo real que pueden utilizarse para controlar su rendimiento y su condición física. Estos datos pueden utilizarse para adaptar los programas de entrenamiento con el fin de maximizar el potencial del atleta y mejorar sus tiempos.
Ropa y sobre todo zapatillas
Otro ámbito en el que la tecnología desempeña un papel crucial es el diseño de ropa y calzado deportivos que mejoren el rendimiento. Por ejemplo, la ropa aerodinámica puede minimizar la resistencia al viento, lo que permite a los atletas mantener su velocidad máxima durante períodos más largos. Del mismo modo, la evolución de las zapatillas de correr con tecnologías de amortiguación reactiva y retorno de energía puede mejorar potencialmente la velocidad de un atleta al optimizar su pisada y la eficacia de su zancada.
Simulador de condiciones atmosféricas
Los avances en la ciencia del deporte también han conducido al desarrollo de sofisticados equipos de entrenamiento que simulan diferentes condiciones atmosféricas, lo que permite a los atletas entrenar en diversos escenarios y preparar mejor sus cuerpos para diferentes condiciones de carrera. Por ejemplo, las cámaras hipóxicas pueden simular condiciones de gran altitud, ayudando a los atletas a mejorar su capacidad aeróbica y su eficiencia energética.
Biomecánica 3D
Además, la biomecánica -el estudio del movimiento humano- se ha beneficiado enormemente de la tecnología. Utiliza herramientas como los sistemas de captura de movimientos en 3D y las placas de fuerza para analizar en detalle la técnica de un atleta. Al comprender la mecánica precisa de cómo corre un atleta, los entrenadores pueden identificar áreas de mejora y perfeccionar la técnica para aumentar la velocidad al tiempo que se reduce el riesgo de lesiones.
Por supuesto, los datos
Por último, el análisis de datos desempeña un papel cada vez más crucial en el deporte. Mediante la recopilación de datos exhaustivos sobre el rendimiento de un atleta a lo largo del tiempo, el software de análisis puede identificar patrones y tendencias que pueden no ser visibles para el ojo humano. Esto permite personalizar las estrategias de mejora y perfeccionar continuamente el rendimiento.