Sensores en Tokio-2021
Cada vez que llegan unos Juegos Olímpicos, todo el mundo se fija en clásicos como la brillantez de la inauguración o la clausura; o por supuesto en el medallero o los récords. Pero también, los avances tecnológicos han sido en las últimas ediciones otro hito relevante. En esta ocasión van a ser una referencia más relevante si cabe dada la falta de público provocada por la incidencia de la pandemia mundial de covid.
Los espectadores locales y de todo el globo verán las pruebas de las distintas especialidades a través de las pantallas de los televisores. Ya hemos hablado de eso en Vamooos!! Ahora, cuando llevamos unos días de Juegos, queremos reparar en uno de los elementos claves del entramado tecnológico: los sensores. De forma muy sintética y sencilla de entender, un sensor es el artilugio que detecta una alteración del entorno y traduce esa alteración en datos entendibles (porcentajes, estadísticas…).

La lista de los sensores que se usan en Tokio puede, y de hecho es, infinita. Es por ello que vamos a señalar algunos ejemplos nada más. Pero antes, resulta interesante hacerse una idea de la estructura tecnológica en desarrollo. Si partimos del punto final (lo que observan púbico o deportistas) , comprenderemos mejor lo que se se ejecuta en la capital japonesa desde el punto de vista de la tecnología digital.
Sensores aquí y allá
En el diseño tecnológico de las Olimpiadas niponas, una de las características fundamentales como observador externo es la ausencia de una única centralización en el desarrollo de los procesos. Efectivamente, se trata más de un sumatorio de herramientas que realizan una serie de tareas de forma independiente. Resulta prioritario garantizar las emisiones televisivas gracias a altísimas prestaciones tecnológicas. Es un factor determinante, dada la ausencia de público en las gradas.
Los procesos desplegados consisten básicamente en la obtención de millones de datos a través de hardware y software para su procesamiento en tiempo real en la mayoría de los casos. La enorme capacidad de computación desplegada y el alojamiento en la nube permiten la obtención de información depurada, asimilada gracias a algoritmos implicados en sistemas de inteligencia artificial.

Los sensores, conectados en múltiples puntos, desde móviles hasta cámaras de vídeo que generan redes de captación de datos en 3D, realizan tareas interesantes. Uno de los ejemplos más llamativos desde nuestro punto de vista es el trabajo que lleva a cabo la empresa relojera suiza Omega. Sus técnicos han colocado sensores en todas las camisetas de los atletas. De esta manera logran del orden de 2000 conjuntos de datos por segundo. La relojera brinda importante información procesada a jueces, entrenadores, deportistas y público.
Otro ejemplo, en este caso ejecutado por la alianza entre Alibaba e Intel, es la malla de 3D creada por cámaras de vídeos con sensores que logran detalles sobre la biomecánica de los movimientos de los atletas. Con este modelo digital, los entrenadores y los deportistas pueden analizar aspectos del rendimiento deportivo.
Probablemente los sensores sean los elementos menos glamurosos de la era digital. Su tarea es muy concreta, pero bajo nuestro punto de vista muy importante. Su función en pro de la recopilación de información es determinante para facilitar su estudio y comprensión posterior. Para Vamooos!! ha sido un pequeño homenaje.