Siguiendo la pista del metaverso…, desde el FIF

En DT experimentamos por primera vez la experiencia del Footbal Innovation Forum, que celebró este miércoles 18 de mayo su segunda edición, en esta ocasión en Sevilla, preludio de lo que los días 28 y 29 de septiembre será, también en esta ciudad andaluza, el World Football Summit (WFS). El objetivo de esta cita era claro, y no. Me explico, la propuesta que la organización del FIF nos puso delante a los asistentes, era el metaverso, lo cual justifica sobradamente dado el interés que está despertando este nuevo avance tecnológico. Hasta ahí lo obvio y acertado de lo que nos atrajo del programa, al menos a este observador y entiendo que a muchos otros también.
Lo que no estaba claro y a la finalización del evento me temo que tampoco lo pudimos aclarar es qué exactamente es el metaverso. Pero nadie debe preocuparse porque nadie realmente conoce en este mundo (no sabemos si Mark Zuckerberg, aunque presumiblemente sí) qué demonios es, o mejor dicho será, esto del metaverso. Dicho esto, debemos ser justos puesto que se pusieron sobre la mesa varias cuestiones acerca de las cuales existe una aproximación evidente de consenso. Sobre esas hablamos en este artículo.
Algunas claves
En las horas que empleamos en FIF, se sucedieron distintas perspectivas en relación a la oportunidad que representa el metaverso. Se detectaba entre los ponentes y entre los asistentes a través de las preguntas, que hay verdadera necesidad de conocer qué estamos haciendo con esta nueva propuesta tecnológica. Y decimos bien escribiendo «que estamos haciendo», porque el camino ya se inició hace años realmente.
Lo hemos indicado algunas líneas más arriba, hasta ahora no existe una definición de metaverso. Existen muchas, pero no hay un acatamiento más o menos consensuado respecto a una. Podemos decir sin temor a equivocarnos, que es la continuación o la sucesora de la web 2.0; el blockchain es el pilar que lo sostiene y le aporta descentralización, es el punto de encuentro entre el mundo real y el virtual, etc. Ante esta miríada de aproximaciones, lo más razonable es asumir que hay que avanzar un poco más hasta llegar a una idea bastante más aproximada y asumida por la mayoría. ¿Cuándo?: de cinco a diez años, puede ser.
Algunas claves más
A pesar de no saber exactamente qué es lo que está ocurriendo, el hecho es que se están dando pasos. Y los expertos que asistieron al FIF aconsejaron, una y otra vez, que hay que avanzar. Eso supone apostar por distintas tecnologías que ya están en el ámbito del metaverso, que es igual que decir estar en el ámbito de la web 3.0. Hablamos de blockchain por supuesto, de realidad virtual, 3D, inteligencia artificial, 5G, NFT… En la medida que se avanza en todos estos campos se hace lo propio en el metaverso. ¿Por qué?, pues porque son herramientas que ya sabemos contribuyen a su desarrollo.

Los universos virtuales, y el metaverso no deja de serlo, son espacios en los que la gente convive y comparte a través de avatares. Queda por mejorar muchas cosas, pero el concepto es ese. El reto es la manera en la que gente realizará el trasvase desde las redes sociales al metaverso, y lo más obvio es que las redes sociales se transformen en parte del nuevo escenario.
Dinero
Cuando en el mundo tecnológico una idea prende con la fuerza que lo ha hecho esto del metaverso no hay más que encontrar un motivo: hay dinero. Alguno de los ponentes del FIF expresaron con rotundidad y como argumento irrebatible, que muchas empresas (las principales del entorno tecnológico) han optado ya por invertir. De momento es una determinación (la de movilizar capital) que atañe especialmente a los primeros espadas.
Pero no es menos cierto que operadores más pequeños, desde startups emergentes a compañía establecidas, han iniciado también el camino. Los hitos empezarán a visibilizarse poco a poco. Nadie duda que llegará y no solo eso, sino que sustituirá al ecosistema actual de internet. No queda por lo tanto más que sumarse a esta nueva etapa de la evolución digital.