Honeycomb, la tecnología aplicada en gafas de natación
Cuando hablamos de natación, una de las prendas indispensables para competir son las gafas. Estas proporcionan al nadador visión aun teniendo sumergida la cabeza bajo el agua. Es por eso que no es de extrañar que las marcas hagan énfasis en fabricar unas que sean lo más cómodas posibles. Es aquí donde entra la tecnología honeycomb (HCB).
Esta tecnología, cuyo nombre tiene su origen en la estructura hexagonal utilizada para el refuerzo de la gafa (como si de un panal se tratase), busca minimizar todo lo posible el material utilizado. Esto, además de suponer un enorme ahorro en recursos, es también una buena forma de generar una mayor suavidad a la hora de llevar las gafas.
Además, las gafas de tecnología HCB, debido a su estructura, cuentan con un muy alto nivel en lo que a protección solar se refiere. Protegen de los rayos solares mediante su tratamiento espejo, que canaliza los rayos ultravioletas. Su prevención contra el empañamiento es también un punto a favor, pues evita que la visibilidad se vea vulnerada a la hora de nadar.

Entre las firmas que han aplicado esta tecnología a sus productos se encuentran Head o la marca de su propiedad Zoggs. Los primeros lo han utilizado en diversos modelos, de los que destacan los COMP y FLASH, preparadas para competir y dar al atleta las mayores prestaciones. Por parte de los segundos, destaca el modelo RAPTOR, que se caracteriza por su alta versatilidad y adaptación al usuario.
La tecnología honeycomb tiene muchas aplicaciones. Su funcionamiento es similar en todas sus facetas. Ahorro y ligereza son sus características más destacadas. Un ejemplo que demuestra que en la naturaleza también podemos encontrar avances prácticos para las tecnologías.