Sujetadores deportivos wearables con tecnología

En estos momentos de confinamiento por el COVID-19 no queremos perder la forma física y necesitamos movernos para mantener nuestra salud. Si bien la tecnología de los sujetadores deportivos no sea tope de gama en esta era digital, o pueda parecer no muy novedosa, es un buen ejemplo de cómo se aplica la tecnología en la indumentaria deportiva. Son estos avances los que nos permiten seguir mejorando. Si eres una corredora que ha cambiado sus tiradas largas de running por saltar a la comba en el balcón o ha incluido en su rutina ejercicios de alta intensidad, piensa bien qué sujetador deportivo vas a utilizar.

Preparando una maratón

Todavía recuerdo la primera vez que corrí más de 30 km, en preparación para la maratón. El GPS en la muñeca, banda con pulsómetro bajo el sujetador deportivo, zapatillas adecuadas de acuerdo al test de pisada y toda la indumentaria que creía necesaria. Había oído y leído muchos consejos. Advertida estaba de que por allí estaba la barrera en la que te puede dar la famosa pájara y, por tanto, llevaba geles e hidratación. Era un desafío para la resistencia, una prueba para las piernas, pero no estaba preparada para el dolor que sentiría en los pechos al terminar y que ese dolor duraría varios días.

Recién entonces me di cuenta de que la mayoría de las opiniones y consejos habían llegado de hombres que corren o de mujeres con poco pecho, algo bastante común si pensamos en los cuerpos de quienes hacen carreras de fondo. Es raro encontrar mujeres maratonistas con copas C de sujetador o mayores. Muchas marcas deportivas actualmente tienen sujetadores para tallas grandes y para deportes de impacto, pero no todas las firmas hacen público esos estudios que las llevan a elegir un determinado diseño y la tecnología usada en el más elemental de los wearables necesarios para el deporte femenino.

Serena Williams

Uno de los mejores ejemplos de la relevancia que tiene el uso de un sujetador deportivo adecuado viene del tenis. Serena Williams ha usado la misma marca de sujetador durante 15 años (BerleI), algo llamativo para una atleta de élite que promociona Nike en el resto de su indumentaria. O el caso de Simona Halep (vencedora en Wimbledon 2019), quien se sometió a una reducción del pecho para mejorar su juego.

Las grandes marcas de sujetadores deportivos (por ejemplo: Berlei, Panache, Triumph, Under Armour) aclaman aplicar la tecnología, basarse en estudios científicos y poner a prueba sus diseños. Al buscar estos estudios, la mayoría tiene en cuenta las opiniones de las usuarias de los diferentes modelos que saldrán a la venta, pero no muestran que usen la tecnología en el desarrollo de esos modelos. Estos estudios son posteriores al diseño de la prenda.

Sujetadores deportivos científicamente comprobados

Una excepción es la firma Shockabsorber, que no solo explica y promociona el avance científico, sino que además muestra los tests que realizan en el laboratorio de la Universidad de Portsmouth para poder diseñar su línea de sujetadores deportivos.

El sujetador deportivo como tal fue inventado en el 1977 por LisaLindahl y Polly Smith, y desde entonces se ha estudiado la biodinámica del movimiento de las mamas durante el ejercicio en diferentes laboratorios científicos alrededor del mundo (Oregon StateUnivesrity, University of Wollongong en Austraila). Estos estudios han conseguido avances en cuanto al movimiento de los pechos y cómo reducir este movimiento para que el ejercicio no resulte tan doloroso. Es en la Universidad de Portsmouth donde estos estudios biodinámicos se llevan adelante dentro de un grupo de trabajo para la salud mamaria, liderado por la doctora Joanna Scurr, lo que muestra un enfoque diferente: relacionar la biodinámica del ejercicio y su aplicación en la salud de las personas.

Hasta el momento, la tecnología usada viene del área de la biodinámica. En los laboratorios se analizan los datos de un sistema de cámaras que monitorizan el movimiento de las mamas en las tres dimensiones, mientras las mujeres corren en una cinta o realizan diferentes movimientos. Otro sistema de sensores que permite monitorear cómo se siente dentro de la prenda. No sorprenderá que los resultados demuestran que, a mayor tamaño de las mamas, mayor es el momento generado en el movimiento y, por tanto, mayor la fuerza que debe ejercer el sujetador para compensarla.

Durante la actividad física, las mamas no solo se mueven en la dirección vertical, sino que realizan un movimiento que dibuja un 8 en horizontal. El diseño debe contrarrestar todas esas direcciones del movimiento. Cada actividad tiene un tipo de movimiento diferente y un nivel de impacto, siendo el yoga, caminar y golf ejercicios de bajo impacto; correr, bailar, jugar al tenis se encuentran en un nivel intermedio; y la gimnasia aeróbica y los saltos serían los de mayor impacto. En estos últimos la fuerza a la que están sometidos los pechos durante la actividad equivale a multiplicar por cuatro su propio peso. Por este motivo, tiene sentido elegir bien el sujetador que vas a utilizar al realizar esos saltos en el salón de tu casa, sobre todo si estás pensando en realizarlos durante mucho tiempo.

Usa la talla adecuada

Pero los estudios indican que hay muchos más factores que intervienen en el dolor de los pechos al hacer ejercicio de impacto durante bastante tiempo (por ejemplo: maratón, tenis, ultras). El movimiento es diferente según el tamaño de las mamas, la composición y su ubicación relativa en la caja torácica. Por este motivo es tan importante medir la circunferencia de tu caja torácica justo debajo de las mamas que indica el talle que deberías usar y luego la circunferencia máxima de tus pechos, que indicará el tamaño de copa. Si estás pensando en comprar un sujetador en internet, no dudes en seguir la guía de tallas del fabricante.

Otros avances tecnológicos están relacionados con la fisiología del ejercicio y los patrones del sudor. Se cree que los mayores avances en el futuro irán en esta línea. Se espera que los nuevos materiales respondan mejor al cambio de temperatura del cuerpo y su ritmo cardíaco, algo que tienen en común con otras prendas deportivas. Por ahora debemos asegurarnos de usar materiales transpirables, que la mayoría de las marcas ya han incorporado. Este es un caso en los estudios científicos se están aplicando en el desarrollo de la tecnología y que se está usando inmediatamente en el diseño de las prendas disponibles en el mercado. Esa innovación tiene un efecto relevante en el bienestar. Este es un ejemplo de lo eficaz que puede ser la tecnología en la mejora de la capacidad del rendimiento deportivo de una parte de la población. Ayudando a que muchas más mujeres podamos correr maratones sin dolor, … o al menos sin dolor en los pechos.

Graciela Escudero

Por un mundo mejor. Bióloga. Deportista. Escritora. Hortelana. Navegante de los mares del sur.

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