Twitter llega tarde y mal a la Super Bowl porque Musk sigue con su comportamiento errático

Los movimientos desde que Elon Musk se hizo con la propiedad de Twitter (por en tono a 42.000 millones de euros) son muy inquietantes. Muchos usuarios de esta red social viven en una especie de montaña rusa con caídas en el servicio y cambios que no terminan de entenderse. El panorama laboral de la compañía con miles de despidos y sobresaturación de trabajo de los empleados que se han quedado, no ha propiciado estabilidad precisamente. Con esas circunstancias y con decisiones de última hora, es como Twitter ha enfrentado la última final de la Super Bowl, a la sazón el evento deportivo más importante para la compañía tiempo atrás.
Ingresos qué ingresos
Musk gobierna Twitter aun cuando notificó que abandonaría el primer nivel ejecutivo al salir mal parado de una encuesta que él mismo promovió, en la que preguntaba a sus millones de seguidores si creían que debía seguir al mando de la empresa. Quizás ese tropiezo, dentro de su peculiar estilo de dirección, podría haber intimidado a otro, pero no a él. La cosa es que sus órdenes dejan desconcertados a trabajadores y mercado, lo que-al parecer- se deja sentir con la caída de ingresos comerciales. La Super Bowl, hasta ahora, suponía una entrada muy suculenta de dinero.

Orden de última hora
Dice un viejo dicho atribuido a contextos militares que «orden y contraorden, desorden». A eso suena un correo electrónico interno desvelado por la revista Fortune en el que se le indica lo siguiente a los trabajadores: «Haga una pausa por ahora en el desarrollo de nuevas funciones a favor de maximizar la estabilidad y solidez del sistema, especialmente con la Super Bowl acercándose». ¿Acercándose la Super Bowl? Realmente ya estaba encima como aquel que dice, y a todo ello los usuarios sufrían caídas en el servicio. El cóctel es tremendo y suena a improvisación, pocos trabajadores para dar estabilidad y nada motivados. Fíjense ese panorama, en contraste con el que han ejemplificado Apple y Roblox, con todos los deberes hechos y funcionando con tiempo para la Super Bowl.
Valor en caída
Las determinaciones que Elon Musk está adoptando parecen erráticas, sin responder a una estrategia bien asentada y, además, con un protagonismo en solitario que parece, casi, lo peor. Sus pasos en su camino hacia delante, o hacia donde sea, son de envergadura: cobro por el Twitter blue y próximamente, a terceros, por las API; reducción de gasto en el alojamiento de Google Cloud, migración de servidores y no digamos su intento de moderación de contenidos, del que habló mucho al principio y que ha desaparecido por completo. La pregunta pertinente ahora es, si Musk tratara de vender ahora Twitter, ¿habría alguien dispuesto a dar los los 42.000 millones que le costó? Las evidencias permiten pensar que no.
¿Es el deporte su salvación?
Desde que se confirmó el desembarco del dueño también de Space X en Twitter, convenimos en DT-Deporte Tecnológico que el deporte podría ser una baza importante, Desde luego que el trabajo realizado con la Super Bowl no parece que se puedan albergar expectativas demasiado optimistas, sin embargo. Sport Pro Media, como contrapeso, asegura en una reciente publicación: «El mundo del deporte ha estado menos preocupado, ya que Twitter tiene planes para más de 30 acuerdos de patrocinio de contenido con publicaciones, compañías de medios y propiedades deportivas a principios de 2023, incluso con la NFL y Fox, la emisora del Super Bowl de este año». El tiempo dará y quitará razones.