Vendée Globe: la gran regata en solitario, sin escalas, alrededor del mundo
¿Qué es la Vendée Globe? Imagina a una persona aislada por un largo período de tiempo, viviendo en un espacio pequeño y que depende de las nuevas tecnologías para mantener la comunicación con el resto del mundo. Nada nuevo para ti desde que estás en aislamiento por el COVID-19, pero así es la vida durante aproximadamente tres meses de los hombres y mujeres que participan en la Vendée Globe.
La Vendée Globe está considerada como la prueba más dura del deporte de vela. Una regata que da la vuelta al mundo, navegando en solitario, sin escalas y sin asistencia, partiendo de Vendée (en el puerto de Les Sables-d’Olonne, Francia) y terminando en el mismo lugar, tras recorrer más de 21.638 millas (40.075 km), dejando atrás los mares más peligrosos del mundo. En las ocho ediciones ya celebradas, solo han cruzado la meta 87 de los 167 hombres y mujeres que lo han intentado. La novena regata está planeada para el próximo 8 de noviembre. Cada edición genera más expectativas y seguramente podremos seguir todos los barcos milla a milla con las simulaciones online y multimedia que generan.
La clase IMOCA60 impone ciertas limitaciones a los veleros que participan. Son barcos de 60 pies (18,28 metros de largo), tienen una quilla estandarizada y deben cumplir con numerosos requisitos de seguridad, entre otras reglas. Con una superficie vélica inmensa, son los monocascos más poderosos llevados por una sola persona y pueden superar los 30 nudos de velocidad. Es cierto que solo una persona está a bordo durante la regata, pero tienen importantes equipos de apoyo trabajando, en la etapa de navegación y en la larga etapa de preparación, explorando todos los avances posibles dentro de los límites de la clase.

vendeeglobe.org
La lista de equipamiento de estos barcos es, en sí misma, una lista de avances tecnológicos: los pilotos automáticos, los equipos de navegación, meteorología, seguridad y comunicaciones, por mencionar algunos. Estos barcos juegan un importante papel como laboratorios tecnológicos de pruebas. El desarrollo de las reglas de la clase ha aportado un gran progreso en el área de la seguridad y las condiciones de vida a bordo (test de estabilidad y corrección, desarrollo de seguridad pasiva, escotillas de emergencia, etc.). El IMOCA también está involucrado en investigaciones y desarrollo de soluciones sostenibles y responsables. Son testigos del cambio climático y están comprometidos a respetar el ambiente, contribuyendo a encontrar soluciones en la producción y uso de fuentes alternativas de energía.
Pero el mayor avance tecnológico de los últimos años sigue siendo el diseño de los foils. Estos apéndices permiten que el casco se eleve sobre la superficie del agua, reduciendo la resistencia (fricción en el agua) y consiguiendo más velocidad. La diferencia de velocidad entre los barcos con foil y sin foil ya se vio en la última edición (2016/2017). Una diferencia que divide la regata en dos grandes grupos: en el primero están los barcos con una estrategia para ganar y en el otro, los que intentarán llegar a meta.
Este año tendremos muchos más barcos equipados con foils. Algunas de estas embarcaciones están diseñadas desde cero para esta regata. Un gran equipo técnico que lleva al límite las reglas de la clase, aportando una gran innovación. Barcos que durante meses se ponen a prueba en el agua vuelven al astillero para realizar los cambios pertinentes, una y otra vez. Un trabajo de iteración que lleva tiempo y se ha paralizado debido al COVID-19 con barcos que aún no han salido del astillero. Si esta situación se extiende, afectará en mayor medida a estas embarcaciones nuevas que a aquellos equipos que disponían de menos presupuesto y que en estas fechas ya habían realizado todas las modificaciones posibles. Es el caso de algunos barcos con un casco tradicional al que le han agregado foils y que ya han sido probados en el agua.
Aún quedan algunas inscripciones por confirmarse, ya que algunos regatistas todavía necesitan competir en dos de las grandes regatas transoceánicas en solitario planificadas para este año y así completar las millas de experiencia requeridas para inscribirse en esta prueba tan demandante: la Transat CIC, prevista para el 10 de mayo, y la Transat Vendée, para zarpar el 16 de junio. Fechas que aún se mantienen, pero como en tantos ámbitos la incertidumbre y los desafíos se presentan cada día.